UNA VOZ ESTÁ SOLA.

Una idea musical
entra en descomposición en un cementerio de Bahía,
y en medio de la escena,
hay una serpiente cascabel ya no reguila,
unos senos y glúteos.
que no pueden darles música a los ojos
ni jugar a escondidas con la luz,
unos cabellos
que no quieren mecerse porque el viento les teme,
unos labios
que no pueden amarrarnos con la soga de su voz.

Se mueren de hambre los micrófonos,
y una honda desesperación
llena de soledad los canales de la Philips International.

Hay una inflexión de voz caída en la locura,
compases que han perdido su lugar en los huecos del aire.

Hay tonos, notas,
instrumentos, audífonos,
una pista musical que han recorrido el mundo
buscando a una muchacha
de 5 pies 7 pulgadas de estatura
36 años
y un magnético campo en la garganta.

Y en este instante,
en mi cuarto hay una voz que se adelgaza,
que se ha quedado larga, seca, sola,
colgando del aparato,
hay una voz que empieza a heder,
y hay la sombra de un grito
que intenta engañarme los oídos
pretendiendo ser Elís Regina.

1 comentarios:

Rosa Silverio dijo...

Juan Freddy, mi amigo del alma, cuando sea grande quiero ser como tú.

Te admiro y respeto mucho.

Me encanta leerte.

Me gustó mucho este texto.

Abrazos.